Capítulo 1. El Encuentro Inesperado
Era una tarde cálida y el sol aún se deslizaba por el horizonte, tiñendo el cielo de un color dorado suave. Yo estaba sentado en una mesa cerca de la ventana, disfrutando de mi café mientras observaba el ir y venir de la gente en la calle. Nunca imaginé que ese sería el día que cambiaría todo.
De repente, tus ojos se encontraron con los míos. Un par de segundos, pero fue suficiente. El mundo a nuestro alrededor, se desvaneció por completo, como si todo se hubiera detenido en ese preciso momento. No era solo la belleza en tu mirada, sino algo más profundo, algo que no se puede describir con palabras, pero que se siente en el aire.
Me levanté, acercándome lentamente, sintiendo como el espacio entre nosotros se reducía con cada paso. Sonreí al ver que no intentabas apartar la mirada, como si supieras exactamente lo que estaba sucediendo.
— ¿Puedo invitarte algo? —pregunté, mi voz suave, pero cargada de una intencionalidad que no podía ocultar.
Tú, con una ligera sonrisa en los labios, aceptaste sin dudar. Sentí como si todo mi ser se hubiera alineado para este momento. Nos sentamos en la mesa, sin más palabras, pero con una tensión palpable flotando entre nosotros. La conversación fluía con facilidad, como si nos conociéramos de toda la vida. Pero cada palabra que intercambiábamos era solo un preludio.
Cada vez que me mirabas, sentía la atracción, un deseo silencioso pero firme. Y mientras la charla se mantenía ligera, en el fondo de mi mente, algo más estaba tomando forma. Estaba comenzando a trazar un plan, no uno que fuera obvio, sino uno sutil, que no necesitaba ser dicho, pero que ambos entendíamos en la misma vibración.
Tu cuerpo se inclinaba ligeramente hacia mí, como si el espacio personal ya no fuera necesario. El roce de tus dedos cuando alcanzaste la taza fue casi eléctrico, y por un momento, el mundo que habíamos dejado atrás parecía desvanecerse aún más. Era solo nosotros.
En ese instante, algo se rompió, y lo entendí sin palabras. La conexión que estábamos creando no era común. Sabía que, en cuanto la oportunidad se presentara, no necesitaríamos más que el impulso de lo que ya estábamos compartiendo.
Quiero que sepas que no soy alguien que simplemente se deja llevar por el momento. No soy impulsivo, no suelo buscar lo que está fácil. Pero contigo… contigo todo parecía tener sentido.
Al final de esa conversación, en lo más profundo de mi ser, sabía que era solo el principio. El principio de algo más intenso. De algo que, en el momento en que decidiéramos, iría mucho más allá de las palabras, mucho más allá de un simple encuentro.
Y ahora, querida… ¿qué harás tú? ¿Vas a dar ese primer paso hacia lo que está a punto de ocurrir entre nosotros? O… ¿te quedarás donde estás, en la seguridad de lo conocido?
La decisión está en tus manos
Se puede sentir la energía 🔥🔥.. Claro que daría el primero y hasta el segundo paso! Me encantó 🫦
ResponderEliminar🔥🔥🔥🫦
ResponderEliminarMe encanta "como si el espacio personal ya no fuera necesario"
ResponderEliminarContinuo..